12/08/2006

El trocito de la vergüenza

Hola!! No creo que me conozcas a fondo, ni siquiera sé si sabrás quien soy, pero te lo voy a decir. Soy ese trocito de la vergüenza que nunca se come nadie, ese trocito que siempre está marginado en un plato en las grandes reuniones familiares y que nadie se atreve a tocar, aunque yo estoy seguro de que muchas veces me miran con deseo... pero ¿qué pasa? yo también soy comestible.

Lo peor es que todos me echan a suertes pero al final siempre pasa lo mismo. Si soy una aceituna, nadie me come, bien por respeto, o bien porque soy la única que tiene algún defecto de color más oscuro; si soy un trocito de tortilla, siempre soy el borde que está más duro; si soy un cacahuete, soy el negro de la familia... esto es muy triste...

Mi primo "El Sorbo sin acabar" también está harto de que la gente se tome su refresco y su café y nunca se lo acabe del todo... ¿por qué? no se sabe, parece como si lo que estuviese al final del vaso tuviera veneno o simplemente fuera una actitud social para quedar bien con el resto de comensales, no sé. Eso sí, en los botellones y bares de copas está muy contento porque en ese caso, la gente termina todo hasta de un sorbo si es necesario... en fin ahí queda eso.

Por favor, hagan caso, los trocitos de la vergüenza somos los más ricos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno jeje..mola el texto..

En mi casa nos pegamos por el cachito de la verguenza xD

Anónimo dijo...

tu trankilo vida mia, que sabes que yo siempre te como, yo me lo como todo...

Lauri dijo...

Jo... yo soy la que te deja en el plato...